Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Comisaría Local de Gijón procedieron la pasada semana a la detención de un varón como presunto autor de un delito de estafa mediante la clásica modalidad del “tocomocho”.
Los hechos tuvieron lugar la mañana del pasado jueves 17 de los corrientes. La víctima, un hombre de avanzada edad, fue abordado en el Barrio de Pumarín de Gijón por una mujer de acento gallego que le pidió ayuda para poder cobrar unos cupones de la ONCE, supuestamente premiados. En ese momento se acercó a ellos un varón (gancho) que le propuso a la victima sacar del Banco 6.000 Euros cada uno para dar confianza a la mujer y así hacerse con los cupones premiados. Fue entonces cuando se subieron los tres al vehículo del último en aparecer y se dirigieron a una entidad bancaria a retirar el dinero.
La labor preventiva llevada a cabo por la Policía Nacional ante este tipo de hechos, llevó a los Agentes de la Comisaría de Gijón a la localización de esta persona en las inmediaciones de la sucursal bancaria, mientras esperaba que la victima llegara con el dinero acordado.
La mujer que llevaba los supuestos cupones premiados, de unos 45 años de edad, no se encontrada en el lugar, si bien se continúan con las gestiones de investigación tendentes a su identificación y localización.
El patrón que habitualmente utilizan estos estafadores es muy similar, siendo su víctima una persona de avanzada edad y vulnerable, los supuestos boletos premiados suelen ser cupones de la Once o Décimos de Lotería, siempre se ofrecen a llevar a las víctimas y desplazarse con ellas por la ciudad a las distintas entidades bancarias para sacar dinero y a los domicilios a recoger las joyas, todo a bordo de un vehículo propiedad de los autores, para una vez tengan el botín hacerla bajarse del coche con cualquier excusa.
Desde la Policía Nacional se quiere recordar la importancia de estar siempre alerta ante todo tipo de situaciones, evitar hacer supuestos negocios ventajosos con personas desconocidas. Estafas clásicas como el «tocomocho» o la “estampita” en las que hacen creer a la víctima que pueden conseguir un beneficio económico.
