La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, quiso lanzar este jueves un mensaje claro de solidaridad con Ucrania durante la firma de un convenio de cooperación internacional. Para la ocasión, escogió un atuendo cargado de simbolismo: chaqueta amarilla, blusa blanca y pantalón azul, los colores de la bandera ucraniana. Un gesto que, en sus propias palabras, busca “dar visibilidad a lo que está ocurriendo en Ucrania y mostrar todo el apoyo del Ayuntamiento y de la ciudad de Gijón al pueblo ucraniano”.
El acto, que contó con la presencia del embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, sirvió para formalizar un acuerdo entre el Ayuntamiento y la ONG Help to Ukraine, a la que se destinarán 69.846 euros. La ayuda se empleará para el envío de alimentos, equipos de cocina, sistemas de calefacción y otros suministros energéticos a las zonas afectadas por la guerra.
Moriyón destacó la importancia de la cooperación internacional como principio fundamental de acción institucional. “Hoy Gijón reitera que la solidaridad debe ser el único bloque, y la cooperación, el único camino”, señaló. La alcaldesa insistió en que no se puede perder de vista a las víctimas del conflicto y subrayó que el consistorio no ha dejado de lado su compromiso con las causas humanitarias.
Por su parte, el embajador ucraniano expresó su agradecimiento a Gijón por el apoyo recibido y advirtió que, pese a los esfuerzos de su país y de la comunidad internacional, la paz aún se ve lejana debido a la falta de confianza en el comportamiento de Rusia. No obstante, reafirmó la disposición del presidente Volodímir Zelenski para negociar, siempre que se logre una tregua inicial que permita avanzar hacia un acuerdo.
Carlos Manuel Fernández, presidente de Help to Ukraine, remarcó la necesidad urgente de mantener la ayuda, en un momento en el que muchos países están retirando su apoyo, y subrayó que iniciativas como la de Gijón resultan vitales.
Como cierre simbólico del acto, hubo un intercambio de regalos institucionales: Moriyón entregó al embajador una medalla de Jovellanos, mientras que el representante ucraniano ofreció a la regidora una caja decorada con Petrykivka, una pintura tradicional de su país.
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