
El Ayuntamiento de Gijón iniciará esta semana una prueba piloto en la calle Munuza y su entorno para ensayar una reordenación del tráfico que permita ampliar las aceras y mejorar la movilidad peatonal. Así lo anunciaron en rueda de prensa el concejal de Infraestructuras Urbanas y Rurales, Gilberto Villoria, y el concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, Pelayo Barcia.
El ensayo, que comenzará este jueves y se extenderá durante quince días, servirá como banco de pruebas antes de la ejecución definitiva del proyecto. Su objetivo principal es evaluar cómo afectaría a la circulación la reducción de carriles y la consiguiente ganancia de espacio para peatones. La intervención afectará principalmente a las calles Munuza, San Bernardo, Domínguez Gil y parte de la calle Cabrales.
Durante la prueba se instalarán elementos de señalización para simular los cambios en la circulación y comprobar el impacto en el tráfico, tanto en horas punta como en fin de semana. Según explicó Barcia, esta actuación busca “ser transparente, recoger datos y tomar decisiones basadas en la evidencia y no en suposiciones”.
Una de las actuaciones más destacadas será la creación de un único carril en la calle Munuza, lo que permitirá ampliar las aceras en un metro a cada lado. De igual forma, se ensancharán las zonas peatonales en San Bernardo, Domínguez Gil y el entorno de los Jardines de la Reina. También se estudiará la eliminación del giro a la izquierda desde Los Moros hacia San Bernardo, para reducir la congestión.
Villoria destacó que esta prueba surge tras un estudio técnico realizado por la empresa Vizzio y pretende encontrar la solución más viable para una zona “altamente demandada por la ciudadanía”. El concejal subrayó que «la fecha es óptima», al situarse entre el final del curso escolar y el inicio de las vacaciones, y con menor actividad de tráfico, lo que permitirá observar distintas situaciones de forma realista.
La actuación busca además facilitar la conexión entre Cimavilla, la Plaza Mayor y El Muro, y enlazar con itinerarios peatonales ya existentes en el centro urbano. Se contempla asimismo estudiar el comportamiento del tráfico en la Plaza del Carmen, el Parchís y el entorno del Piles, con especial atención a los giros de autobuses y vehículos privados.
Ambos ediles insistieron en que, si el ensayo resulta exitoso, se avanzará hacia el proyecto definitivo, cuya licitación está prevista para el mes de julio. En caso contrario, se valorarán alternativas. “Queremos hacer las cosas bien, con datos, y si no funciona, rectificaremos”, afirmaron.
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