
Recorrer estos días la plaza Mayor o pasear por los Jardines de la Reina, supone sumergirse inevitablemente en la esencia de la cultura sidrera. La ciudad acoge múltiples propuestas que van desde el Mercadín de la Sidra y la Manzana, con su oferta de artesanía, joyas, jabones y productos locales, hasta actividades participativas como la masterclass de escanciado celebrada ayer en el escenario de la plaza Mayor.
La cita se ha convertido en un homenaje a una tradición recientemente reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y que en esta edición ha tendido la mano a otra bebida con la que comparte valores y raíces culturales: el sake japonés. También declarado patrimonio inmaterial en 2024, el sake es un fermentado de arroz y agua profundamente arraigado en la identidad nipona.
Ayer, la plaza Mayor se convirtió en escenario del hermanamiento entre ambas bebidas, que, pese a elaborarse con materias primas distintas, comparten no solo su naturaleza fermentada, sino también el peso cultural y social que representan en sus regiones de origen.
La programación continuó por la tarde con la entrega de premios del Mercadín. El jurado otorgó el galardón al “Puestu más prestosu” a Ventolín Artesanía por su propuesta que combina tradición, innovación y sostenibilidad a través de piezas de cuero inspiradas en la manzana y la sidra. El reconocimiento a la “Mejor mercancía presentada” recayó en Vicen Sanz, gracias a la cuidada exposición de su cerámica artesanal y la coherencia estética de su stand. Por último, el premio al “Producto más novedoso” fue para Asturias Plateada, que sorprendió con el “sidrañuelo”, un broche en latón o plata diseñado para sujetar el pañuelo de las fiestas de prau.
La jornada concluyó con los Cancios de Chigre, interpretados bajo la dirección de Carlos José Martínez y la Sociedad Torner, que hicieron vibrar al público con un repertorio que incluyó desde “En el campo nacen las flores” hasta himnos populares como Asturias, Gijón del alma o Soi de Verdiciu.
Hoy se celebra el Día de la Sidra, que pondrá el broche final a diez jornadas de fiesta. El programa arranca a las 12:00 horas con degustaciones en la plaza Mayor y en la plaza del Marqués, seguidas de la entrega del Tonel de Oro a Luis Benito García Álvarez, impulsor de la candidatura de la sidra a la Unesco. A continuación se fallarán los premios Elogio de Oro a la Mejor Sidra y a La etiqueta más guapina.
Será el cierre oficial de la edición 2025, aunque la esencia de esta celebración perdura más allá del calendario: en cada culín servido y en cada botella alzada, símbolo de una tradición que Gijón y Asturias han convertido en seña de identidad universal.