
El Museo Casa Natal de Jovellanos ha ampliado su fondo artístico con una incorporación de especial valor: la obra El Llosón, de la pintora gijonesa Carolina del Castillo, ha sido donada por una de sus nietas y pasa a formar parte de su exposición permanente.
Carolina del Castillo (Gijón, 1867-1933) fue una figura destacada dentro del panorama artístico asturiano de finales del siglo XIX y principios del XX. Hija de Justo del Castillo, ingeniero responsable de las obras del ferrocarril de Oviedo, fue una de las primeras mujeres en Asturias que se dedicó profesionalmente a la pintura. Alumna del reconocido artista Cecilio Plá, Carolina optó por no comercializar sus obras, aunque sí participó en importantes certámenes como las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y otras de carácter regional.
A lo largo de su carrera desarrolló varios géneros como el desnudo académico, el retrato —mayoritariamente de allegados— y el paisaje, centrándose especialmente en los entornos naturales cercanos a su residencia en Jove.
Hasta ahora, la colección del museo solo contaba con una obra de pequeño formato, Curiosidad. No obstante, en los últimos años se han sumado piezas clave como un retrato de su padre, otro de Asunción Costales Suárez-Llanos, un paisaje rural de Jove y un autorretrato poco común en su trayectoria. La nueva obra, El Llosón, representa un paso más en la recuperación del legado artístico de esta pionera.
El cuadro muestra una vista de la residencia familiar en Jove, enmarcada por un exuberante jardín, con un estilo claramente influenciado por el impresionismo. La casa, ejemplo representativo de la arquitectura burguesa del siglo XIX, refleja la expansión de la clase media alta hacia las afueras de la ciudad durante el auge industrial. Destacan en la pintura los detalles decorativos en madera que embellecen balcones y aleros, capturados con gran delicadeza por la autora.