
Miles de personas asistieron al festival desde la playa y el Muro, atraídas por un día de cielo despejado, sol y viento suave, condiciones ideales para disfrutar del espectáculo aéreo.
La programación incluyó también vuelos del helicóptero SH‑60 Seahawk de la Armada, así como demostraciones de los helicópteros de Bomberos de Asturias, policía nacional y Salvamento Marítimo (Helimer Cantábrico)
Este año destacó este año por la presencia de dos cazas como gran atractivo: el regreso del imponente «Eurofighter» y la incorporación del «F-18 Hornet», una novedad que impresionó al público con sus vuelos supersónicos, obligando a muchos a cubrirse los oídos. También participó el equipo de paracaidismo de la Guardia Civil, y el piloto Camilo Benito deleitó a los asistentes con sus acrobacias a bordo de dos aeronaves: el «CAP10» y el «Extra 330». La programación incluyó, además, a la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA) y a la Patrulla Aspa. Como toque especial, también se exhibió una joya histórica de la aviación: el Super Saeta.
El Festival Aéreo de Gijón ha vuelto a brillar como un referente del verano asturiano: acrobacias de alto nivel, aviones modernos e históricos, participación inédita de paracaidistas y un ambiente vibrante que confirma su consolidación como evento icónico.