Teatro. CAPERUCITA EN MANHATTAN
Quiero hacer Caperucita en Manhattan para el teatro desde que empecé a hacer teatro. Y más desde que abandoné Nueva York hace ya doce años, y aún más desde que soy madre de una niña, hace tres. Para mí, Caperucita en Manhattan es una historia sobre los niños que fuimos y los abuelos que seremos. Sobre la libertad y la soledad, y la soledad de ejercer tu libertad. Sobre el Oz contemporáneo que es Nueva York, como ejemplo de la aventura a lo incierto. Y sobre el viaje: el de Carmen Martín Gaite, el de Sara Allen, el mío, el de todas las que un día decidimos dejar lo conocido para vivir la aventura de ser nosotras mismas. Quiero hacer esta obra porque como Gaite, ‘no me querría ir nunca de Nueva York’ y es mi manera de continuar allí. Porque creo que es una novela para todos los públicos, que tiene dentro un espectáculo para audiencias de ocho a ochenta y ocho años también. Y porque es una obra legada, una barca a la que agarrarte en la tormenta, no sólo por la Torci y Carmen, sino por todas las que llegamos después.
– ¡Miranfú! –
Lucía Miranda