Inauguración exposición «Bamboo Planet»
El próximo domingo 6 de julio, a las 13.00 horas, tendrá lugar la inauguración de la exposición “Bamboo Planet” de Laurent Martin “Lo” (París, 1955), que podrá visitarse hasta el 28 de septiembre de 2025. La exhibición se despliega por las dos plantas del palacete y los Jardines Históricos del Museo.
Residente en el Ampurdán, la obra de “Lo” ha sido expuesta internacionalmente en instituciones como Museu Can Mario, Fundación Vila Casas y 10 Chancery Lane Gallery, y en ferias como Art Basel Hong Kong, Frieze Seoul, Art Paris, KIAF Seoul, Art Central y Art Rotterdam. Ha colaborado con la Fundación Cartier y está representado por galerías como Alzueta Gallery y Le Sentiment des Choses. Sus esculturas forman parte de numerosas colecciones públicas y privadas, incluyendo el M+ Museum de Hong Kong, Koo House Museum of Art and Design (Corea del Sur) y la Fundació Vila Casas (Barcelona).
Como escribe Sana López-Abellán, comisaria de la exposición: Laurent Martin “Lo” no es un escultor. Es un amante del bambú. Su viaje no comenzó con la ambición de hacer arte, sino con el descubrimiento de un material que transformaría toda su vida. Mientras trabajaba en un proyecto de arquitectura de interiores en Barcelona, se encontró con el bambú y su sorprendente resistencia, flexibilidad y particularidades orgánicas. Ese momento de revelación marcó el inicio de un diálogo de por vida. El bambú le habló a través de sus fibras, su durabilidad, su gracia.
“Lo” encontró en el bambú no solo un material, sino una filosofía. Durante más de dos décadas, ha seguido su rastro desde Barcelona hasta las selvas tropicales de Asia, pasando por México, Brasil, Indonesia y más allá. En cada lugar, estudió con artesanos maestros, absorbiendo las sabidurías ancestrales que ven el bambú no solo como una herramienta, sino como una entidad espiritual.
El bambú, tal como lo entiende el artista, no es inerte. Está vivo. Se dobla sin romperse, se estira hacia el cielo con una determinación elegante, y nos recuerda que el equilibrio no es quietud, sino movimiento. Para “Lo”, trabajar con bambú es como un ritual; escucha con las manos. Cada brote que divide, estudia y guía se convierte en parte de una coreografía mayor, una búsqueda de equilibrio no solo en la estructura, sino en la vida misma.
En el corazón de este proyecto están las siete virtudes del bambú: espiritualidad, que nos conecta con algo más grande que nosotros mismos; ligereza, presente tanto en sus características físicas como en su apariencia; equilibrio, la capacidad de mantenerse estable; flexibilidad, su habilidad para doblarse sin quebrarse; sensualidad, el atractivo táctil y visual del material; fortaleza, oculta en su núcleo hueco y en su capacidad de regenerarse una y otra vez; y energía, la fuerza vital que compone sus fibras.
El proceso creativo de “Lo” es único y profundamente intuitivo:
“Mi proceso consiste en tomar una pieza de bambú, comenzar a dividirla, trabajarla, estudiar su fibra y, a través de este proceso, digamos, manual y sensible, entonces entiendo el bambú con el que estoy trabajando y lo conduzco, conociéndolo, hacia el equilibrio, el movimiento. Y me dice mucho, porque cada bambú va a tener su propia resistencia, su flexibilidad… Y avanzar con él es, genuinamente, como un diálogo, a medida que se forman los espacios y equilibrios con los que estoy trabajando.”
No parte de un concepto predefinido, sino que permite que el bambú lo guíe. Este enfoque manual y sensible le permite crear estructuras equilibradas y en movimiento, generando obras de gran impacto estético. La estética es siempre el resultado, no el objetivo, de esta búsqueda de equilibrio.
En 2025, el cielo ofrece un espectáculo poco común: una alineación planetaria. En esta exposición, Bamboo Planet, el artista dirige nuestra mirada hacia arriba. Así como el bambú se eleva en una línea única e ininterrumpida, también lo hace nuestra imaginación, especialmente en un momento en que varios planetas parecen alinearse en el cielo desde nuestra perspectiva terrestre. Los humanos siempre han buscado respuestas en el cielo: un espejo para la vida en la Tierra, una capa de significado añadida a nuestra experiencia terrenal, y un mapa para la vida misma. En todas las culturas, el firmamento tiene un papel: desde mitos de creación hasta la adivinación, y desde la guía de ciclos agrícolas hasta la navegación precisa.
En esta exposición, en el Museo Evaristo Valle, “Lo” explora no solo las virtudes terrenales del bambú, sino que también eleva nuestra mirada hacia el cosmos. Nos invita a considerar el bambú como algo más que un material; es una señal, un eje vertical que apunta hacia las estrellas.
La exposición se despliega como un planetario: en su centro hay una pieza cinética central, que gira como un telescopio en busca de constelaciones lejanas. A su alrededor, obras en órbita forman una galaxia de formas, evocando anillos, satélites e imágenes míticas. Afuera, hay un Fénix, símbolo de renacimiento y resistencia, que refleja la naturaleza regenerativa y sostenible del bambú. La exposición, que abarca varios espacios interiores y exteriores, incluye algunas piezas retrospectivas e icónicas de la obra de “Lo”. Sin embargo, el énfasis está en esta nueva dirección celestial. Una vez más, la simplicidad de las líneas, los contrapesos y los volúmenes creados nos invitan a ver el bambú como un testigo atemporal—uno que existía antes que nosotros y que continuará mucho después de que nos hayamos ido.