
La transformación verde de la industria asturiana da un nuevo paso con la construcción del nuevo horno eléctrico de ArcelorMittal en Gijón. La empresa ha adjudicado este ambicioso proyecto a la compañía vasca Sarralle, especializada en soluciones industriales, que será la encargada de diseñar e instalar un horno con capacidad para producir 1,1 millones de toneladas de acero al año.
Está previsto que el horno entre en funcionamiento en el último trimestre de 2025 y representa uno de los hitos dentro del plan de descarbonización de la acería en Asturias. Esta tecnología sustituirá parte de los procesos actuales, más intensivos en emisiones, por un modelo basado en arco eléctrico, con menor huella de carbono.
El proyecto se enmarca en la estrategia de modernización industrial que ArcelorMittal desarrolla en colaboración con las administraciones. Desde el Gobierno del Principado, la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, ha destacado en varias ocasiones que la electrificación de procesos es fundamental para asegurar el futuro de la industria asturiana. La construcción de este horno en Gijón, junto a la posibilidad de un segundo en Avilés, forma parte de ese impulso conjunto entre la empresa, el Ejecutivo autonómico y el Ministerio para la Transición Ecológica.
“Todos somos conscientes de que la planificación energética de Asturias es la clave para toda esa reindustrialización”, afirmó recientemente Roqueñí.
El nuevo horno se complementaría en el futuro con la planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI), proyectada también en Gijón, cuya ejecución permanece pendiente. Tanto sindicatos como administración han reiterado que esta instalación es indispensable para asegurar la competitividad de la siderurgia asturiana a largo plazo.
Organizaciones sindicales como UGT y CCOO han recordado la necesidad de que ArcelorMittal cumpla con los compromisos adquiridos. Desde UGT Asturias, su secretario general, Javier Fernández Lanero, ha remarcado que «tras la construcción del horno en Avilés, sería muy difícil explicar que no se ejecutara el DRI en Gijón». Por su parte, José Manuel Zapico (CCOO) ha pedido al Gobierno central que actúe con firmeza para garantizar que esta planta se haga realidad, “con o sin Arcelor”.